miércoles, 24 de septiembre de 2008

Crónicas: "Viaje a Rosario" Cuarto Año B

¿POR QUÉ?
Jaquelina Grassetti
4to año “B”.
Año: 2008.

Una mañana quizás atípica para el mes de la primavera asomaba en mi nuevo día… por la ventanilla, un paisaje para nada soñado: la gran llanura pampeana sometida a una gran sequía que ya nos desespera y que avanza con el correr de las horas, sin que nadie pueda detenerla… pero seguía avanzando con el ruido de los asientos, que no brindaban para nada bienestar, pero sin darle demasiada importancia ya que era Sabina quien le daba música a mis oídos, y, por lo tanto nada perecía estar mal…
Casi sin darme cuenta encuentro ante mí la imagen de la villa, y sin siquiera tener el tiempo para pensarlo, con el boulevard Oroño…realidades tan diferentes pero tan cercanas también… estaba en la ciudad portuaria, la Chicago argentina, como suelen llamarla, o, simplemente, en Rosario.
El día de excursión ya estaba programado y nos dirigimos al Museo de la Ciudad y ahí fue donde vi en “vivo” lo que para los demás es la simple y asimilada característica del capitalismo: desigualdad. Cada uno estaba ocupado en su actividad… algunos comían, otros sacaban fotos, otros recién despertaban… pero el que si dormía para tratar de evadir su triste realidad era el vagabundo que yacía en un banco sucio de madera… y es ahí donde me pregunto el POR QUÉ de tanto sufrimiento y, por que no, el para qué… y es también este punto el centro que mejor nos describe todo lo que pasa a nuestro alrededor, nuestra triste realidad…
Cuando entramos, gente realmente “hermosa de alma” nos esperaba mostrándonos orgullosos sus trabajos y haciendo de ese tiempo el más grato del día… quizás para algunos el día no había comenzado, ya que no vieron a NADIE a su alrededor… pero ese nadie era mucho más de lo imaginado…
En la segunda parte recorrimos el museo, su interior… la muestra anarquista dejó más de lo esperado y no hizo más que hacerme pensar en la gente que venía observando… los referentes de esa ideología y también de ese estilo de vida no eran muy diferentes de los que había visto… personas que luchaban por sus derechos y que, por hacerlo, eran fuertemente reprimidos... Solo algo los diferenciaba de los actuales: la esperanza.
La gran diferencia esta escrita, marcada, reflejada, vive… hasta allí había conocido una de las partes, pero faltaba su contracara.
Seguimos viajando y nuestro próximo destino era la Bolsa de Comercio de Rosario… amplio y ostentoso nombre… recorrimos así todo su establecimiento… vimos videos, aprendimos un poco más, pero me sucedía algo extraño: me sentía vacía… quizás era la falta de alimentos, porque era ya el mediodía, pero cuando comí en el Parque Independencia, no parecía desaparecer la sensación…ni tampoco lo logré en todo el día…cuestión realmente extraña…
La tarde seguía avanzando y cada uno la disfrutaba a su manera… y es ahí donde mis ideas se aclaraban, pero mi interior se oscurecía, se defraudaba: había visto dos lados, dos realidades, dos vidas totalmente opuestas… pero a la vez, juntas… ¿cómo analizarlo? Simple: un empresario almorzando en un lujoso restaurante y un nene pidiéndole una moneda… ¿se cruzaban mis mundos? ¿Cómo podía suceder eso?...me pregunté sola nuevamente: ¿POR QUÉ?...
Mi pregunta cada vez adquiría mayor dimensión… no solo lo que se ve a lo lejos es lo injusto, con solo mirar a nuestro alrededor nos damos cuenta que vivimos inmersos en la injusticia… la desigualdad no es lejana… el mundo vive así, crecemos en él y no somos excepción de nada ni de nadie…
Lo que veía mirándolo desde una ventanilla, lo veía también a mi lado de otra manera, pero marcada y presente la diferencia al fin…
Llegamos al shopping… gran construcción, gran lujo, gran comodidad, pero mi vacío continuaba y parecía no llenarse jamás… el de otros, quizás, se llenaba solo con lo superficial…
Película, pochochos, gaseosas, risas (reales y fingidas), unión, desunión, comportamiento de un simple grupo de adolescentes que seguía reflejando el mundo al que pertenecían sin ninguna diferencia…
-¿no son de Rosario, no?
-no, señora. ¿POR QUÉ?
- porque seguramente a alguien se le cayó la bolsita de pochoclo…acaba de caer encima mío…
- no se preocupe… seguramente le sobraban y el excedente siempre se tira para abajo…
Finalizaba el día y mi sensación persistía…
A la salida del shopping las mamas esperando a las nenas que terminen de hacer sus compras del día mientras el nene de la misma edad terminaba de limpiarle el vidrio… gente comiendo de los tachos de basura… autos importados… malabaristas en los semáforos… bolsas llenas de ropa… panzas vacías…cerebros también…soberbia… humildad… egoísmo… desilusión… indiferencia… indignación… simplemente términos, pero sentimientos también… simplemente palabras, pero fuertes… simplemente mezcla… simplemente el mundo actual…
El viaje de vuelta comenzaba, pero seguía viendo lo mismo que al principio… ¿POR QUÉ?... llegamos a destino, mamá me esperaba… pero algo seguía faltándome…
- Nena, te olvidaste tu plantín…
- Gracias señor…
Mi vacío desapareció…algo tan pequeño lo había logrado…
La Bolsa dejó nuevos conocimientos, el Museo aprendizaje, la película un grato recuerdo… pero lo que realmente nos hace sentir plenos es el cariño de los demás, cuestión que no encontramos en un shopping, pero si en el chico trabajador del vivero que esa mañana, en medio del frío, me regaló el plantín…
El mundo actual es desigualdad…y el hombre busca adaptarse dentro de ella, tratando de pertenecer a la mayoría, teniendo cada vez más y más…busca poder…¿pero es esa la felicidad?...¿no sería mejor que todos seamos iguales y desapareciera la diferencia?...no olvidemos que “Feliz no es quien más tiene, sino quien menos necesita”…
Sé que no es fácil, pero tampoco imposible… empecemos por nosotros…empecemos a destruir la desigualdad con cada uno de nuestros actos… empecemos por valorar a todas las personas por igual… empecemos a ser felices gracias a las pequeñas pero verdaderas cosas… ¿POR QUÉ no?