miércoles, 15 de octubre de 2008

CRÓNICA DEL VIAJE A ROSARIO
Tehuel Cejas,
Humanidades y Ciencias Sociales


Salgo de una localidad, bah… de mi pueblo, lugar tranquilo y en el cual nos conocemos la mayoría de la población; partimos en tráfic con mis compañeros de la escuela hacia Rosario. En el trayecto vamos riéndonos de los chistes que contamos, y al mismo tiempo, voy mirando por la ventanilla la variedad de paisajes que van pasando al recorrer la ruta, hasta llegar a destino.
Cuando llegamos a la ciudad, visitamos el museo de la Ciudad de Rosario, allí aprendemos algo sobre la historia, después pasamos al patio, en el cual se encuentra un gran invernadero, donde salen enormes cantidades de árboles y flores en todas sus diversidades; más tarde, realizamos un trayecto por la Bolsa de Comercio de Rosario, importante construcción en la que trabaja una clase alta, comerciante, adinerada, etc. posteriormente, fuimos al shopping Alto Rosario a disfrutar de los juegos, las vidrieras con sus elegantes y costosos electrodomésticos y ropa de calidad con marca, además de disfrutar el mirar una película.
En el día en que estuve en la ciudad de Rosario, a todas las partes que fui y en las que estuve, siempre veo una juventud o la mayoría de los jóvenes encerrada en carteles y anuncios brillantes y luminosos, en propagandas publicitarias consumistas que les llenan la cabeza con frases como “compre esto y será mejor” o “con este nuevo producto su vida cambiará”; pero, no se dan cuenta que la vida no se trata solamente de consumir una ropa de calidad, o un cigarrillo o tomar una bebida para hacerse notar, porque la vida no se detiene ahí, a ella hay que llenarla de hermosos momentos como disfrutar de una salida con los amigos; visitar un museo que contiene una diversidad de grandiosas obras, esculturas, pinturas; realizar un viaje a otra parte para conocer una cultura diferente; practicar un buen deporte que nos lleva a vivir una vida saludable y sana; llenarla de aprendizaje, ideas, conocimientos, saberes, etc. para ganarle a la ignorancia y al analfabetismo; hablar con personas diferentes; conocer lugares distintos; disfrutar al mirar una película o escuchar un buen tema musical; ayudar a una persona porque allí, la solidaridad se hace más fuerte; entre otras muchas cosas más; pero, siempre tratar de probar algo nuevo.
Después de un día cansador pero, al mismo tiempo, espectacular, llegamos otra vez a casa, seguía pasando en lo de Rosario y al final, saque dos conclusiones: una es sobre el consumismo; la satisfacción en la sociedad de consumo es una utopía. Se promueve lo que objetivamente no esta al alcance de la mayoría.
El mercado requiere consumidores de una máxima plasticidad. Nada mejor para las grandes concentraciones de capital que un individuo renuncie a configurar su propia identidad. Se pone lo que le venden, come lo que le venden. El capital necesita personas manejables y las personas son más manejables si están aisladas.
El consumismo es incompatible con la dignidad humana y si no lo podemos derrotar ideológicamente, perdemos.
Y la otra conclusión, es sobre la juventud; jóvenes son los que no tienen complicidad con el pasado. Los jóvenes cuyos ideales expresan inteligentemente el devenir constituyen una nueva generación, que es tal por su espíritu, no por sus años.
La juventud es levadura moral de los pueblos. Cada generación anuncia una aurora nueva, la arranca de la sombra, la enciende en su anhelar. Se mira alto y lejos es fuerza creadora.
Aunque no alcance a cosechar los frutos de su siembra, tiene segura recompensa en la sensación de posteridad. La antorcha lucífera no se apaga nunca, cambia de manos.
Cada generación abre las alas donde las ha cerrado la anterior, para volar más lejos, siempre más. Cuando una generación las cierra en el presente, no es juventud: sufre de senilidad precoz. Cuando vuela hacia el pasado, esta agonizando, peor ha nacido muerta…

EL VIAJE A ROSARIO
Lucas Herrera,
4º “B” Humanidades y Ciencias Sociales


En Correa, a las siete de la mañana yo y mis compañeros íbamos a salir de viaje a la ciudad de Rosario.
Uno de mis compañeros preguntó _ ¿Cómo será el viaje? ¡Para mi va a ser aburrido porque yo ya fui miles de veces!
Yo le contesto que no me importa si es aburrido porque yo voy a divertirme.
Después cuando estábamos en la escuela estaban esperando cuatro trafics. Allí en la escuela ya estaba la mayoría de mis compañeros; los profesores pasaron a tomar asistencia y subimos a las trafics para ya salir rumbo a Rosario.
En el viaje junto con todos los pibes y dos profesores (Pablo Ibarra y Graciela Gross) frenamos en Carcaraña para recoger a dos profesoras y arrancamos para Rosario. Los pibes durante el viaje contaban chistes y boludeses.
Cuando íbamos llegando a la ciudad de Rosario, una profesora nos preguntó _ ¿saben lo que se hace en la bolsa de comercio? Nosotros, respondimos que no porque era cosa del otro cuarto y ella nos empezó a explicar como se trabajaba en la Bolsa.
Después cuando estábamos entrando a la avenida principal de acceso a Rosario y en el trayecto encontramos muchos extranjeros como los ponja, más conocidos como los japoneses.
Lo primero que hicimos es ir al Museo de la Ciudad ubicado en el Parque Independencia donde al llegar nos dividieron en dos grupos, uno fue a parar al vivero y el otro, o sea nosotros, fuimos a la parte del museo donde nos explicaron como se fundó y la parte histórica de cada sector del Parque, que no le cuento lo que hicimos porque no preste atención, después fuimos a la farmacia del Museo.
Luego nos dirigimos al vivero y el otro grupo al Museo. El vivero era ocupado por chicos con discapacidad mental que trabajaban por la municipalidad, también en el vivero tenían una escuela para los chicos discapacitados. Al final a las chicas se les antojó una flor y se las dieron.
Después de ir al Museo fuimos a la Bolsa de Comercio, por un lado estuvo bueno porque no conocía nada de cómo se cotizaba el cereal, lo negativo de la visita fue que el video fue grotesco, el museo de la bolsa también me pareció aburrido, porque no te dejaban tocar nada. Pero lo más detestoso fue que la gente te discriminaba y te forreaban, porque un compañero preguntó _ ¿Dónde está el baño? Y el tipo lo miró con cara de culo, que un poco más lo mata con la mirada. Luego nos fuimos de este lugar aburrido.
Mientras tanto esperábamos las combis, estuvimos más o menos media hora, en este lapso de tiempo boludeamos en la plaza que estaba enfrente de la Bolsa y ahí conocimos muchas cosas, como los Flogers y los Emos. Transcurrido el tiempo, llegaron las combis y fuimos al Parque Independencia frente al lago donde yo, él Andrés Bustamante y Patricio Baleani empezamos a morfar. Cuando terminamos nos pusimos a flashear, muchos de los pibes fueron a gastar plata en los botes más o menos hasta las tres, cuando Pablo nos llamó para ir al Shoping.
Una vez allí nos dijeron que a las cuatro estemos en el cine, y nos fuimos a recorrer el lugar donde todo era muy caro, fuimos a los juegos donde muchos fueron a los autitos chocadores, yo no porque es un juego para bebes. Una vez hechas las 16Hs. nos encontramos en el cine para ver una película argentina llamada UN NOVIO PARA MI MUJER que fue un plomo. Al terminar la película subimos a las trafics para regresar a las casas, donde el viaje fue más o menos lindo.

El Viaje a Rosario
Tomás Basilio 4º B


Salimos el día jueves a las siete de la mañana y necesitamos de cuatro combis, yo fui con todos los pibes, éramos ocho, y fuimos jodiendo todo el viaje, escuchando música con el celular y sacándonos fotos con el “Pato”, “Corina” y “Johnson”.
Cuando llegamos a Rosario pasamos por el Parque Independencia y la cancha de Newells. Y después de haber esperado tanto llegamos al Museo de la Ciudad y yo dije que esto no me gustaba. Cuando llegamos a la entrada del museo apareció un viejo y empezó a mostrarnos fotos de cómo había surgido el museo y el vivero que estaba dentro de este, después aparecieron dos chicas, una flaquita y otra un poquito gorda con un ridículo piercing bajo el labio, yo me reía por dentro, mientras nos hablaba del anarquismo y del diario de la ciudad de Rosario, pero como siempre yo no le prestaba atención porque para mi era muy aburrido. Después fuimos a un salón en el que representaban a una antigua farmacia, nos mostró como se hacían los medicamentos para aquellos que estaban enfermos en esa época. Pero me di cuenta que hasta que se elaboraba el remedio el paciente se iba muriendo. Fue bueno conocer como se curaba a los pacientes antes.
Después de allí fuimos al vivero donde trabajaban chicos discapacitados, y a muchas chicas le regalaron flores; Lugo salimos y volvimos a las combis y de allí partimos hacia la Bolsa. En el trayecto nos empezamos a reír de la gente y buscando parecidos con personas que viven en Correa. Después de eso llegamos a la Bolsa donde un pibe nos dio un papel que decía “visita guiada”, y enseguida entramos a una sala donde nos mostraron un video pero era una porquería.
A continuación recorrimos un museo y de allí fuimos a una sala donde se hacían debates a viva voz sobre el precio del cereal, eso me pareció interesante. Acto seguido fuimos al segundo piso y nos mostraron el recinto actual de La Bolsa de Comercio. La bolsa no me gustó mucho ya que no me gusta el agro y los números porque yo curso humanidades y la guía era re forra.
Luego fuimos a comer al Parque Independencia y comimos una hamburguesa y nos cobraron una fortuna. Cundo terminamos de comer nos fuimos a los barquitos con Hernán y empezamos a boludear y a chocar a otros barquitos como si fuéramos niños de diez años. Salimos de allí y emprendimos viaje hacia el shopping. Una vez ahí, empezaos a recorrerlo, todo era muy caro, algunos fuimos a los autitos chocadores y otros siguieron recorriendo el shopping.
Cuando eran las cuatro de la tarde nos llevaron a ver una peli: “UN NOVIO PARA MI MUJER“, estuvo buena, a pesar de que muchos de mis compañeros jodieron en el transcurso de esta. Cuando terminó nos vinimos a Correa.

En el viaje la pase lindo, emocionante y divertido, lo único que no me gustó fue la Bolsa de Comercio.

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