miércoles, 15 de octubre de 2008

Crónica: “Viaje a Rosario”
Macarena Lattini
4to “B”. Humanidades y Ciencias Sociales.
2008 -


Como todos los años, La Escuela de Enseñanza Media, Nº 260 “José Pedroni” organizó un viaje para mediados de septiembre a la Ciudad de Rosario, para los alumnos de 4to. Año.
Así fue que se dio, cuando el 18 de septiembre, una mañana templada, con un sol que se asomaba y algunas nubes perdidas, partimos bien tempranito un grupo de alumnos acompañados por algunos profesores hacia la famosa Cuidad del Monumento, aquella gran cuidad, más precisamente a “Rosario”.
Viajábamos en cuatro combis, ya que éramos un grupo numeroso; por supuesto que elegí estar en las que iban mis amigas, sabiendo que eran ellas quienes me iban a ser pasar un momento divertido con charlas, risas, discusiones... un poco de todo, y así poder llegar a Rosario lo más rápido posible para empezar con el recorrido.
A nosotras nos tocó ir en la trafic de “Hugo” (un señor muy amable, que en el trayecto nos compró unos ricos caramelos), aquella trafic grande, con la luz que se desprendía del techo, los asientos rectos, en fin una trafic como las de hoy en día, con las mismas condiciones, pero no me importó demasiado, ya que gracias a ella pudimos llegar a Rosario sin ningún problema.
El viaje de ida fue más rápido de lo que pensamos, cuando miro por la ventanilla me encuentro con las zonas de villas: gente juntando basura, viendo si podía encontrar algo para comer, niños sucios; mientras que no alcanzo a pestañear que me sorprendo con la Avenida Pelegrini: casas grandes, limpias, autos importados, niños jugando en el parque con sus madres… Había tan poca distancia, para tan grandes diferencias... Una misma cuidad, dos caras de la realidad…Que increíble no?
Después de un rato se sintió ¡llegamos! Estábamos en el “Museo de la Cuidad”: gran edificio, con un parque gigante lleno de árboles, y con un señor que nos estaba esperando para empezar con la visita. Éste nos habló un poco de lo que se trataba, la ideología que defendía, entre otros comentarios, nos mostró un video de cómo luchaban los hombres por su trabajo, y nos llevo hacia lo que ellos llamaban farmacia, una maravillosa muestra con un armario enorme lleno de medicamentos: nos contó como se hacían y la cantidad que necesitaba cada persona si estaba enferma.
Luego de haber recorrido el museo, nos sacamos una foto con el señor que nos brindó la visita, y partimos hacia el vivero que se encontraba en la parte de atrás.
Entramos al lugar... gente trabajando cada una en lo que le correspondía, sin embargo algunos se hicieron su tiempito y nos explicaron por todo lo que tiene que pasar una planta para que en un momento determinado se pueda vender.
No me voy a olvidar nunca el buen gesto que tuvo uno de los chicos que trabajaba ahí que nos regaló a cada una de las chicas un hermoso plantín con flores lilas, y que hoy en día se encuentra en el jardín de mi casa.
Había llegado la hora de irnos a la Bolsa por lo que tuvimos que abandonar el vivero y dirigirnos hacia dicho lugar.
Eran las 11:00hs cuando entramos a la “Bolsa de Comercio”, éramos un montón por lo que teníamos miedo que no nos dejen entrar, pero se ve que no se dieron cuenta porque entramos todos.
Al ingresar un señor nos dio un papel que decía “visita guiada”, mientras que una mujer (con un carácter especial) nos esperaba para poder comenzar a recorrer la Bolsa, entre otras cosas, nos habló de cómo se cotizaban los cereales, nos mostró videos, fotos, cuadros, aquellas cosas relacionadas con el mundo agrario. Muy importantes ya que nos brindó conocimientos que no sabíamos y que son interesantes estar al tanto.
Después de estar dos horas en la Bolsa de Comercio, había llegado la hora tan esperada para todos: el almuerzo.
Rápidamente nos dirigimos hacia el “Parque Independencia”, lugar donde íbamos a almorzar. Algunos comían en el bar que había, mientras que otros comían lo que se habían traído de su casa.
Teníamos hasta las 14:30hs para disfrutar del parque. Luego de comer recorrimos el lugar, y paseamos por el lago en los botes.
Se hizo la hora por lo que partimos hacia uno de los shopping: “El Alto Rosario”, gran construcción, muchos lujos, comodidades, mujeres con sus hijas comprándose ropa, familias, gente muy bien económicamente,
Lo recorrimos un rato, caminamos, entramos en los locales que nos gustaban, jugamos en los autitos chocadores (momento inolvidable que lo volvería a hacer una y mil veces más...), en fin de todo un poco...
Eran las 16:00hs, cuando nos encontramos todos juntos en el cine para ver la película “Un novio para mi mujer” (de Adrián Suar). Por supuesto que no faltaron las gaseosas y los pororó.
Con las chicas nos sentamos en la última fila, y mientras comíamos disfrutábamos de la película.
Se pasó tan rápido, que cuando nos dimos cuenta había terminado la peli y había llegado la hora de volver a Correa. En pocos minutos emprendimos viaje de vuelta, todos cansados por el lindo día que habíamos pasado subimos a las combis. Yo me dormí por completo (el cansancio me había superado), cuando de repente siento que una de las chicas me dice ¡llegamos! Ya estábamos en Correa…
Fue una experiencia hermosa que me encantó hacerla ya que no se da todos los días y que la volvería a repetir cuando se de...

1 comentario:

Anónimo dijo...

buenaa amarilla q cronica t mandaste jaja